Monday, December 25, 2006

"...estar solo en un lugar público de la ciudad de méxico es una gloria que, por sí misma, ya es un goce estético."

Sí, vinieron las vacaciones y yo tenía en mente la cita anterior. No hubiera podido expresar mis ansias anacoretas de mejor forma. De volverse una costumbre, estoy segura que nunca me voy a cansar de estar sola.

No one tagged me...

How Late It Was, How Late by James Kelman.

Sammy shook his head slightly, smiling. Later the auld woman touched him on the arm: That's you now son, she said. She led him to the counter.



Tuesday, December 05, 2006

La hipotermia me pareció atractiva como causa de muerte. Uno se muere del frío, se pone tiezo y no se puede mover. Lo padre es que, a pesar de la punzante hiel que te está matando, cuelgas los tenis imaginándote en un lugar tibiecito. Unos dicen que el paraíso o el infierno al que alguien se dirige tiene relación con la última imagen que se crea al momento de morir. No debe de ser tan malo morir pensando en temperaturas agradables: en tu mamá, en un abrazo, en un beso, en atole de guayaba, en un sueter, en la playa... en todas esas ocasiones en las que sería mejor estar en lugar de irse muriendo... pero ni modo. Si a mí me toca morirme así, voy a imaginarme todas esas cosas. Moriría con mucha nostalgia y sabría que nunca desperdicié los ratos de tibieza que acontecieron en mi vida. Moriría agusto, finalmente de eso se trata cuando se muere. Uno se tiene que ir con la noción de que hubo muchas cosas que a pesar de ser poco frecuentes y no tan intensas, fueron placenteras. Entendería que si no hay cabida para que esos deleites se den de forma física, es porque realmente tengo que morir.
Y no es que me quiera morir así, pensé todo lo anterior porque soy amante del frío.

Noviembre, mes de la redención: La volví a cagar y todo el jueves chillé como un cerdito hasta que el delirio se convirtió en una ofensa para los demás. Sí, ya conocen esa cancioncita del que se siente mal y jode a todos vendiendo su miseria. Por ratos está bien, después harta y da vergüenza. Debí de haberlo aprendido del maestro... aunque creo que lo aprendí tan bien que lo tenía que aplicar -aunque parezca que estoy diciendo cosas a lo estúpido, no es así- y fu así que reconocí que el karma me la aplicó a mí. Y ya, ya estuvo, ya pagué porque ya aprendí. No más enamorarse de anacoretas misántropos... no más.

Tengo que decir que hacía mucho tiempo que no me habían roto el corazoncito de tal forma. Me sentí como en la secundaria otra vez y me ví al espejo feita, feita...
Pero sentirse mal es vigorizante. Es como cortarle ramas a un arbol para que le vuelvan a salir hojas bonitas. A veces pierdo la noción de que en mí hay cosas buenas, eso es todo. Estoy en la etapa de recuperación donde mis cosas buenas las reconozco como sugerencia, tengo esperanzas en que la Navidad hará que broten de nuevo las cualidades. Procuraré que se queden la mayor parte del año y ya cuando se hagan cotidianas las volveré a cortar y volveré al caos. Me gusta saber que mi vida es toda una paradoja y es un eterno retorno de una parte a otra. Una vida armónica para mí reside en la reciprocidad de esas partes. No me puedo quejar de mi bipolaridad, podría ser peor.